Por Ana Cecilia Dinerstein
Tejer es una práctica eterna y mundial que suele relacionarse con el mundo sensual de la libre asociación humana. En Ingapirca, Ecuador, la Comunidad Andina de El Cisne, las mujeres se dedican a la práctica ancestral del tejido para revivir y fortalecer los conocimientos de los antepasados y conectarse, compartir y sentarse juntas, charlando y contando historias para los niños.1) Como cualquier otra reunión libre en torno a una actividad manual, éstos son momentos de paz, libertad y alegría indescriptibles, momentos cuando los problemas del mundo parecen detenerse en la puerta y no pueden interrumpir la experiencia de amor y conexión. Tejer también aparece recurrente en las descripciones mitológicas de la mujer sanadora empoderada y la sabiduría de la diosa: La diosa griega Atenea y Laima Dalia en los mitos lituanos eran ambas tejedoras de los hilos de la vida, mientras que la diosa maorí Hine-te-iwaiwa dio a la gente el arte de tejer 2).
En el Tejido Global de Alternativas (TGA), movilizamos el término tejer -una hermosa metáfora, para designar cómo individuos, movimientos, comunidades y colectivos (incluido el TGA) se conectan, interactúan y construyen algo juntos hacia formas alternativas de vida humana y no humana en el planeta. Weaving destaca el potencial transformador de las acciones colectivas prefigurativas, es decir, la organización colectiva que utiliza la resistencia contra el capitalismo para abrir espacios de posibilidad que permitan enunciar realidades alternativas.
Weaving (tejiendo en inglés) contiene un 'nosotros' (We). El “nosotros” en el presente continuo de we-aving somos el colectivo dedicado a entrelazar hilos y reproducir patrones ancestrales o crear otros nuevos, generalmente con líneas coloridas, rectas o curvas desordenadas, que transpiran nuestras valientes luchas y múltiples relaciones. En esencia, podríamos decir que para nosotras, tejer es un método activista para develar las consabidas formas en las que el capitalismo nos ha transformado, individualmente y como colectivos, en algo que no queremos ser en última instancia, revelando la emergencia de alternativas que rechazan el capitalismo como forma “natural” de sociedad posible, apoyándonos y conectándonos entre nosotras/ellos.
Concebido como un método activista, tejer no ocurre en el vacío, sino que emerge del mundo que queremos cambiar. Aunque el mundo no sea enteramente nuestro, pues nos sentimos alienadas, impotentes, desarraigados, desvinculados, olvidadas o, como escribió una vez el poeta inglés D.H. Lawrence, “estamos sangrando desde las raíces porque estamos separados de la Tierra, el sol y las estrellas”,3) este mundo violado sigue siendo el terreno en el que se desarrolla el tejido. Al tejer, también invitamos a otros, incluidos los lectores de esta obra, a considerar la posibilidad de tejer con nosotros contra, a través y más allá del capitalismo, en lugar de convertirse en espectadores de mi propio tejer. La opción para el lector -escribe Holloway- es 'observar objetivamente (y en tercera persona) el declive de la humanidad o asumir (en primera persona del plural) nuestra lucha por un mundo diferente. ¿Usted es Nosotros?“4)
Weaving desafía la forma capitalista de cohesión social alcanzada a través del flujo constante del dinero. En el capitalismo, el dinero es algo más que un medio de intercambio. Si el dinero fuera una convención, podríamos sustituirlo por otro equivalente universal. Sin embargo, en el capitalismo, el dinero ostenta una supremacía misteriosa -invisible- en la medida en que es la representación cuantificable del poder del capital como forma de la sociedad y no como forma del sistema económico; es a través del dinero que el capital adquiere existencia y subordina la reproducción de la vida humana y no humana a la reproducción del capital. De este modo, el dinero es una realidad ineludible, interna a la subjetividad humana, un flujo que da forma a nuestras vidas y futuros. Por lo tanto, weaving no es una práctica aislada y pura, sino turbia, ya que los hilos de nuestros tapices y cestas, están destinados a enredarse con los hilos de la red capitalista, dando lugar a atrapamientos, conflictos y contradicciones.
Estos encuentros dañarán un poco el tejido, o lo herirán irreparablemente; entonces, el trabajo de días, meses y años se echará a perder. Cuando llega la decepción, porque la esperanza es contingente, no confiada, y rodeada de peligros5), weaving volverá a empezar de cero. En resumen, weaving es un método activista que nos exige navegar a través, a pesar y más allá del capitalismo, enfrentándonos a las barreras y abriendo posibilidades al mismo tiempo que nos hacemos lo suficientemente fuertes como para resistir los cantos de sirena de la promesa de felicidad capitalista.
Como práctica mundial, weaving es multiespacial y varía geográficamente. Uno de nuestros debates constantes es cómo conectar diferentes prácticas territoriales en una global. Sin embargo, hay otro elemento vital que contemplar al considerar prácticas alternativas: el tiempo y la temporalidad. Weaving no es sólo una práctica multiespacial, sino también multitemporal y, como tal, es un arma contra el tiempo universal homogéneo capitalista. El capitalismo global promueve la indiferencia hacia los trabajos individuales, con el objetivo de homogeneizar y sincronizar toda la actividad humana (trabajo) para el cálculo preciso dirigido hacia la obtención de beneficios y la acumulación; así la alta tecnología pueda coexistir con la esclavitud (moderna).6). La sincronización modela y amplía un “tiempo vacío homogéneo”, término acuñado por Walter Benjamin. A todos se nos “pide” que caminemos al mismo ritmo, tiempo y dirección que el paso inscrito por la temporalidad universal moderna.
Sin embargo, como explica el filósofo alemán Ernst Bloch en su crítica al nazismo en Herencia de nuestro tiempo, '[n]o todas las personas existen en el mismo Ahora. Lo hacen sólo externamente, a través del hecho de que pueden ser vistos hoy. Sin embargo, todavía no viven al mismo tiempo que los demás. Sino que llevan consigo un elemento anterior'7). Esta idea desconcertante nos habla de la posibilidad de que lo que creemos que ocurre al mismo tiempo sea en realidad 'no simultáneo'8) : hay una coexistencia 'de cosas que expresan o representan tiempos diferentes o que tienen dinámicas de desarrollo diferentes.' 9)
La imposición de la contemporaneidad abstracta del capital es una forma de dominación opreseora de otras experiencias del tiempo y de la temporalidad. Weaving debe entrelazar lo que yace oculto en el tiempo homogéneo del capital: temporalidades diferentes, ritmos vitales y bellas cadencias que son oscurecidas y oprimidas bajo esta 'contemporaneidad abstracta del capitalismo.10)
Weaving es, pues, una práctica descolonizadora dirigida a desmontar las dos formas de imposición del tiempo universal. En primer lugar, como sugiere Rolando Vázquez, 'la política del tiempo', es decir, la estrategia capitalista temporal, impone el presente como 'único locus de lo real'11)
La defensa de la tierra contra el extractivismo brutal no es sólo la protección de los medios de subsistencia: es la resistencia contra la destrucción de la memoria de los antepasados que habitan la tierra. En segundo lugar, la temporalidad universal moderna es lineal y avanza. La temporalidad capitalista subsume la diferencia bajo una visión lineal del tiempo. En su historicismo prevalece el pensamiento binario (por ejemplo, el precapitalismo frente a capitalismo) y la diferencia se considera 'incompleta', implicando, por ejemplo, que los incivilizados se civilicen y que los subdesarrollados se desarrollen12).
Como praxis multitemporal, weaving permite la emergencia de diferentes dimensiones y volúmenes que no son visibles bajo la contemporaneidad abstracta del capitalismo. Weaving conecta los hilos de un multiversum. El multiversum ofrece un paradigma alternativo no lineal. Bloch nos inspira al explicar que “en lugar de la linealidad necesitamos un multiversum amplio, flexible y totalmente dinámico, un contrapunto continuo y frecuentemente enlazado con voces históricas. De este modo, y para hacer justicia al gigantesco material extraeuropeo, ya no es posible trabajar linealmente, sin sinuosidad, en serie (orden), sin una compleja y nueva variedad del tiempo (. . .) Así pues, necesitamos el marco de una filosofía de la historia de las culturas no europeas.'13) El multiversum apunta al carácter plural del mundo global pero también a su diversidad temporal que se entrelazará y conectará en voluminosos tapices multicolores y cestos llenos de prácticas maravillosas a través del tejido.
Con el profundo deseo de alimentar la diversidad espacial y temporal, permitiendo que las alternativas tomen y ocupen plenamente su espacio dentro del tapiz, weaving difiere fundamentalmente del trabajo en red. Mientras que el trabajo en red conecta puntos para crear un mapa plano sin aportar ninguna información sobre los puntos individuales, weaving crea piezas solidarias en 3D que incorporan luchas, prácticas, ideas y conocimientos en una composición colorida capaz de contemplarse desde muchos ángulos y moverse en muchas direcciones. A diferencia de las redes, dedicadas principalmente a crear interacciones e intercambiar información, weaving se centra en elaborar entrelezados vibrantes mediante la colaboración y el reconocimiento mutuo, donde cada punto es importante en si mismo y para el conjunto.
Weaving produce formas excepcionales de interacción y cohesión social que inicialmente serán difíciles de comprender, pero a las que aprenderemos a nombrar a través de la acción colectiva. Nombrar es un proceso político,14) mediante el cual rechazamos las clasificaciones externas,para transformarlo en una acción integral hacia la creación nuestras de alternativas soñadas.
Como proceso laborioso, tejer utiliza la generosa vitalidad de los tejedores comprometidas con un proceso personal emocional de escucha profunda, reflexión intensa y comprensión empática en conversación con otros, con afecto por los demás.
El viaje emocional (corto o largo) fomenta formas alternativas de solidaridad que difieren de la solidaridad liberal moderna basada en la filosofía de Kant. Para Kant, la solidaridad es un imperativo categórico, una obligación moral externa de ayudar a los que sufren. Te ayudo porque es moral y éticamente correcto. Sin embargo, la solidaridad creada a través de nosotrxs es impulsada por una necesidad racional-emocional de ser (devenir) con los demás, de estar en común, de 'ser singular plural'. 15) Siguiendo los preceptos de la filosofía ubuntu, una persona es persona sólo a través de los demás.
Hoy, nuestro weaving tiene lugar en el contexto de una crisis sin fondo de la civilización moderna, avanzando intensamente en un planeta colapsado, tanto material como espiritualmente, y donde la vulnerabilidad es la condición común a todos y todas. Parafraseando al difunto maestro Enrique Dussel “pensar geopolíticamente “desde la vulnerabilidad” de los que no son “iguales”,'16) debemos siempre pensar y actuar desde la vulnerabilidad (la nuestra y la de los que no son iguales). Al final, se trata de la misma vulnerabilidad para todos: detrás de nosotros estamos Ustedes.17) dijeron los zapatistas. Weaving…
Agradecimientos
Agradezco a mis compañeros Franco Augusto, Shrishtee Bajpai, Xochitl Leyva Solano, Carlos Tornel y Mugdha Trifaley, del equipo de facilitación del TGA, sus perspicaces comentarios sobre una versión anterior de esta intervención, que contribuyeron a mejorarla notablemente. Estoy en deuda con Shrishtee Bajpai y Mugdha Trifaley (editores) por su inmensa paciencia mientras tardaba en finalizar este artículo.
Ana Cecilia Dinerstein es miembro del grupo de facilitación del Tejido Global de Alternativas. Es profesora de Sociología Política y Teoría Crítica en la Universidad de Bath, en el Reino Unido, donde enseña e investiga sobre justicia social, medioambiental y cognitiva, movimientos sociales, teoría marxista, feminista y decolonial, política latinoamericana y la filosofía de la esperanza de Ernst Bloch. Entre sus publicaciones se encuentran The Politics of Autonomy in Latin America: El arte de organizar Hope (2015); Women Theorising without Parachutes (ed. 2016); Open Marxism Vol 4; Against a closing world (coeditado)(2019) y ¿Un mundo más allá del trabajo? (coedición, 2021). Página web https://www.anaceciliadinerstein.com