La primera asamblea mundial presencial del Global TapestryThe weaving of networks of Alternatives of AlternativesAre activities and initiatives, concepts, worldviews, or action proposals by collectives, groups, organizations, communities, or social movements challenging and replacing the dominant system that perpetuates inequality, exploitation, and unsustainabiity. In the GTA we focus primarily on what we call "radical or transformative alternatives", which we define as initiatives that are attempting to break with the dominant system and take paths towards direct and radical forms of political and economic democracy, localised self-reliance, social justice and equity, cultural and knowledge diversity, and ecological resilience. Their locus is neither the State nor the capitalist economy. They are advancing in the process of dismantling most forms of hierarchies, assuming the principles of sufficiency, autonomy, non-violence, justice and equality, solidarity, and the caring of life and the Earth. They do this in an integral way, not limited to a single aspect of life. Although such initiatives may have some kind of link with capitalist markets and the State, they prioritize their autonomy to avoid significant dependency on them and tend to reduce, as much as possible, any relationship with them. (GTA, por sus siglas en inglés) empezó a trabajar in situ en Nanyuki (Kenia, África) el 5 de agosto de 2023 con reuniones del grupo de facilitadores(as). Como la mayoría de los y las que ahí participamos caminamos los pluriversos, los multiversos, sabemos que esa forma de fechar el tiempo responde al calendario gregoriano que rige solo una parte del mundo y, que es, una cuenta calendárica universalizada por ciertos poderes, por lo tanto relativa. Pero si esa misma fecha la pensamos desde el calendario maya Tzolk’in ⎯hoy vivo y usado en Guatemala y Yucatán⎯, podríamos afirmar que según lxs sabixs mayas contadorxs del tiempo, iniciamos nuestras actividades en un día propicio “para pedir éxito para los proyectos y quitar las enfermedades mentales en el ser humano […] para pedir que haya prosperidad en la Tierra”²⁾ Y si miramos nuestros otros-calendarios insurgidos desde la otra-política en el Chiapas rebelde, agosto nos remite al mes en que los Caracoles y las Juntas de Buen Gobierno Zapatistas, encarnaciones de autonomía de facto y sin permiso, que fueron creados desde hace 20 años y recientemente reorganizados.³⁾

crédito de la imagen: Xochitl Levya Solano

La primera asamblea presencial del GTA se sucedió entre el respiro “postpandémico” y el crechendo de nuevas olas de violencias, guerras y muertes en el planeta Tierra. En ese agosto de 2023 sentíamos que habíamos salido de la peor fase de la crisis civilizatoria-pandémica, nuestra alegría de poder encontrarnos cara a cara saltaba en las más de 60 personas de todos los continentes que estuvimos en África. Aunque eso era real también estuvo siempre la sombra de las guerras en curso en los diferentes territorios de las personas ahí presentes.

No nos juntamos para hablar de las guerras sino de cómo encarnamos nuestras alternativas a los sistemas dominantes y de cómo tejerlas de una mejor manera ante el colapso civilizatorio. Alternativas que cada persona, grupo, movimiento o red ahí presentes están implementando de cara a las múltiples crisis sistémicas, sin embargo, la sombra de las violencias nunca nos abandonó. Menciono un ejemplo: estando en la asamblea las compañeras(os) del movimiento kurdo por la libertad ⎯quienes participaban en ella-⁴⁾ recibieron noticias de la agudización de la violencia llevada a cabo en sus territorios en resistencia. Dos meses después, el 4 de octubre, fuerzas del ejército turco bombardeaban sistemáticamente pueblos, ciudades e infraestructura en los distritos de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES) en Kurdistán.

Tres meses después, el 5 de noviembre, la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza había ya causado más de 10 mil muertos (principalmente niñxs y mujeres), más de 24 mil heridos y un millón y medio de desplazados. Como sabemos, para ninguno de esos territorios ocupados y en resistencia la guerra es nueva, pero la forma de exterminio que toma en estos momentos es indigna y atroz. Ambas ofensivas podemos verlas como diferentes caras de lo que lxs zapatistas llamaron desde 1998: la Guerra contra la Humanidad.

Escribir en este noviembre de 2023 sobre qué aprendí en la asamblea presencial del GTA es un reto mayor por el grado de barbarización ⁵⁾ alcanzado en Chiapas, México y el mundo. Repensar a la luz de ello lo que incluso acordamos en la asamblea es, sin duda, una impronta loable para seguir tejiendo el tejido de alternativas radicales⁶⁾; apuesta que el GTA hace para abonar a las transiciones civilizatorias que están ya buscando crear mundos justos, dignos, sanos y libres de violencias ⎯todo en plural, nada en singular⎯.

El GTA se podría ver como parte de una genealogía más amplia que en el mundo moderno Occidental remite a acciones colectivas de transversalización, transnacionalización y transterritorilización de luchas que operan con base en la fraternidad y la solidaridad y que han buscado, a lo largo de varios siglos, justicia, liberación y emancipación de los pueblos subalternizados. Digo que se “podría ver” porque no es preciso decirlo así ya que en el tejido del GTA hay personas, organizaciones, movimientos y redes formadas por indígenas, pueblos originarios, afrodescendientes del Sur Global, así que reducir su genealogía a Occidente y a la modernidad no es del todo adecuado ya que sería reducir sus raíces a esos puntos de partida.

A la vez, es también cierto, que el GTA toma su distancia y se diferencia de lo que nació en el siglo XIX como internacionalismo, entendido como como “concepto y aspiración de la lucha contra el capital” y que “connota hermandad de clase”⁷⁾. Dicho internacionalismo en el siglo XX enfrentó tanto al facismo como al nazismo (sobre todo en Europa). Más tarde, en la segunda parte del siglo XX, dicho internacionalismo sirvió para enfrentar a los regímenes dictatoriales en el Cono Sur latinoamericano y en Centroamérica. Dicho internacionalismo va a darse en el marco de las izquierdas, de la Guerra Fría y de la caída del bloque socialista mientras que el GTA viene a ser hijx de la policrisis, la crisis civilizatoria y el colapso climático que nos está tocando vivir en pleno siglo XXI. De ahí las principales diferencias que de manera muy esquemática podríamos identificar entre el:

A diferencia del sujeto histórico (de clase) del internacionalismo del siglo XIX y XX, en Nanyuki (Kenia, África) estábamos ahí como seres humanos conectando entre nosotrxs con animales, espíritus ancestrales, montañas sagradas así como retejiendo nuestras historias y culturas políticas múltiples, parecidas pero diferentes. No fue casual que muchxs de nosotrxs nos llamamxs entre sí “camaradas” mientras que otros señalaron su crítica a formas de lucha políitco-militar.

crédito de la imagen: Xochitl Levya Solano

Cuando pensamos y escribimos en el papel podemos hacer muchas apuestas, tener muchas aspiraciones supremas de lo que queremos ser y hacer colectivamente. Como se ha dicho una y otra vez, el GTA no es “una organización” sino un “tejido” de “alternativas”. Y dentro de ese tejido los desafíos mayores vienen cuando tenemos que trabajar juntxs, encontrarnos cara a cara y compartirnos en medio de un mundo que nos violenta y fragmenta. Entonces, como lo vimos en la asamblea, la potencia, pero también los retos, emergen desde las diversidades que somos y estamos queriendo tejer. Diversidades que se basan en diferencias de edad y generacionales, de raza, etnia, cultura, credo, sexo-genéricas, de historias, culturas y prácticas políticas, de espiritualidades, de formas de organizarnos, de ejercer el poder y el saber. Todo ello sin duda nos llevó a un viaje de colores pero también de grises, de blancos y negros que no deberíamos dejar de reflexionar colectivamente.

Antes de seguir, destaco un aspecto que tiene que ver con el sentido profundo de crear un tejido. Todas las tejedoras y bordadoras saben que estamos hablando de una práctica eminentemente creativa que lleva a “materializar lo que uno tiene en la imaginación”.⁸⁾ Visto desde ahí creo que esta asamblea nos ayudó a materializar el “retejer la red de la vida” como lo nombran y practican Lorena Cabnal y las compañeras mayas de la Red de Sanadoras Ancestrales del Feminismo Comunitario Territorial de Guatemala.⁹⁾

A la vez, lo que sucedió en la asamblea presencial ¹⁰⁾ logró energetizarnos, es decir, inyectarnos energía positiva que nació de la colectividad ahí reunida y de lo que cada weaver o endorser aportó en Nanyuki. Esa energía cruzó la cuerpa, el corazón, la mente, las tripas y se expandió hasta los y las ancestros y el cosmos. Esta idea me vino al leer a las compañeras de Crianza Mutua México, Belén Díaz e Itzel Farías, con quienes estuvimos en la asamblea y quienes en su texto destacan que partimos del hacer, decían: “agradecimos, escuchamos, aprendimos, miramos, descubrimos, sanamos, comunicamos, conversamos, habitamos, expandimos, bailamos, tejimos, defendimos, cantamos, compartimos, regalamos, comimos, jugamos, recibimos, nos espejeamos, reconocimos, sorprendimos, bordamos, abrazamos, cantamos, cocinamos y rezamos…”.¹¹⁾ Todo ello nos nutrió para seguir adelante en nuestras luchas. Un asunto nada menor en un mundo de creciente barbarización; en un mundo donde impera la desesperanza, la impotencia, el exterminio.

A cuatro años de que un puñado de fundadores echaron a andar el GTA, este, como se ha dicho en muchos espacios y textos, se compone de un grupo facilitador (mayoritariamente voluntario), cuatro weavers y media centenar de endorsers. Desde ahí ¿cómo nos organizamos para esta primera asamblea presencial? En el grupo facilitador bebimos de nuestras pedagogías, metodologías y modos desescolarizados, decoloniales y autónomicos. Acordamos poner en relieve el trabajo que se hace desde los weavers, desde ahí tejimos todo lo demás.

crédito de la imagen: Ryan Martinez

Los weavers del GTA hasta ahora existen en cuatro diferentes partes del Sur Global: India, México, Colombia y el Sudeste Asiático. Cada uno tiene características particulares pero todas comparten el ser redes de redes que interconectan procesos de base territorial de pueblos en resistencia, re-existencia o resiliencia. Esas personas, grupos, colectivos de pueblos se tejen con diferentes actores de la sociedad civil: activistas, universitarios, académicos y organismos no gubernamentales. Como mencioné en la asamblea oímos primero las exposiciones, en voz propia, de los delegados de los weavers. Ponerles en un plano de relevancia no era un acto de cortesía, era de alguna manera resarcir una deuda histórica y reafirmar la naturaleza de este tejido: el tejer desde abajo hacia arriba.

Para nosotras en Chiapas ese proceder no es algo nuevo, lo empezamos a oír desde 1994 cuando el movimiento zapatistas engendró una nueva geo-onto-política a la que llamó: “desde abajo y a la izquierda”. Entonces aprendimos qué es y cómo encarnar la otra-política y dentro de ella cómo poner al centro la otra-autonomía y la otra-solidaridad. Lxs zapatistas nos fueron mostrando con su propia vida otras maneras ⎯no las de la izquierda tradicional, partidista o institucional⎯ de tejer lo que solemos llamar lo local, nacional y transnacional. Por treinta años hemos vivido esa importante experiencia hecha, sobre todo, en la marcha y a base de prueba-error. Ello nos ha dejado muchas lecciones de vida, solo menciono una: aprender y desaprender de nuestros errores, tensiones, clashes, asintonías, desarmonizaciones. Ojalá en el GTA encontremos el modo, tiempo y forma para trabajar de ese modo y ese reto.

Trabajar por ejemplo: cómo en este tejido que en su mayoría lo constituimos personas del Sur Global pero también las hay del Norte Global Insumiso¹²⁾, las relaciones coloniales son parte de una historia común, la colonialidad es parte de nuestras realidades. ¿Cómo nos afectan y afectaron esas historias y relaciones coloniales, colonizadoras y de la colonialidad? ¿Cómo incluir esa dimensión en nuestro hacer y reflexionar? Porque nombrar es un acto altamente político, usar palabras que tienen una violenta carga colonial como, por ejemplo, “negro” o “negra”, requiere un esfuerzo doble para abrirnos a escuchar porque resulta que en otras latitudes esas mismas palabras pueden sublevarse a esas cargas coloniales y convertirse en herramientas para la liberación. Pienso en cómo el PCN en Colombia ⎯cuyas delegadxs estaban en la asamblea⎯ desde una episteme cimarrona se llaman a sí mismxs, para caminar su re-existencia en medio del conflicto armado colombiano, Proceso de Comunidades Negras. “Negras” tal cual.

Veo a la primera asamblea presencial del GTA y al GTA en su conjunto, como parte de las muchas luchas que globalizan la esperanza. Ellas son la otra cara de la ofensiva global neoliberal capitalista patriarcal racista que hoy, con las violencias en curso, muestran su dimensión de exterminio.

Ante esa fase de exterminio ⎯que lo mismo se intensifica en lo local que en lo mundial⎯ nuestros retos aparcen como listas interminables: ¿Cómo sintonizarnos cuando nos violenta y nos fragmentan los mil frentes de muerte que se dan desde nuestras formas más elementales de existencia? ¿Cómo avanzar en la definición de urgencias y necesidades que respondan a la diversidad que somos y sigan poniendo como hilo tejedor no lo que el arriba o el enmedio sueña, sino lo que las alternativas de base les urge y es necesario para avanzar en ese tejernos golbalmente? ¿Cómo coaligarnos con otras expresiones de la sociedad civil sin que ellas impongan sus agendas, modos y tiempos?

Para volver a empezar traigo las palabras de lxs zapatistas emitidas en su reciente comunicado del 12 de noviembre de 2023, como muestra del guiño que nos hacen y que espero ustedes puedan captar:

Herman@s y compañer@s: Les voy a tratar de explicar cómo es que reorganizamos la autonomía, o sea la nueva estructura de la autonomía zapatista […] Quinto. – Se ha reorganizado la estructura y disposición del EZLN de modo de aumentar la defensa y seguridad de los poblados y de la madre tierra en caso de agresiones, ataques, epidemias, invasión de empresas depredadoras de la naturaleza, ocupaciones militares parciales o totales, catástrofes naturales y guerras nucleares. Nos hemos preparado para que sobrevivan nuestros pueblos, incluso aislados unos de otros […] como se irá viendo, es que esta nueva etapa de la autonomía se hace para enfrentar lo peor de la Hidra, su bestialidad más infame y su locura destructiva […] No existen para nosotros fronteras ni geografías lejanas. Todo lo que pasa en cualquier rincón del planeta, nos afecta e incumbe, nos preocupa y duele […].¹³⁾

Montañas noreste de Chiapas, México, lluvias invernales, a 20 de noviembre de 2023.