Por Rachit Sharma1)
la pintura del cielo no se había secado
todavía pegajosa por las gruesas capas de la tarde,
los rubíes fueron recogidos, aplastados entre las palmeras
y arrojados por todas partes como humo,
la puesta de sol parecía una ballena resplandeciente
nadando por el cielo
su cola salpicando notas musicales
bebimos hasta saciarnos
el otro día alguien me habló de puestas de sol
y usaron la palabra tristeza y me aferré a ella
y no la he dejado desde entonces
a la vista de una crujiente puesta de sol, hace tres años
me estaba despidiendo de un amigo -
“Las puestas de sol no son para verlas a solas”, le dije.
es una floración tan carmesí que es igual a la sangre de la separación
recoge la fugacidad de la belleza
~ que tarda siglos y estaciones en demostrarse de verdad… ~
dentro de una pequeña ventana de unos pocos minutos
pocos minutos de estrellarse y derramarse sobre el mundo,
de librar guerras, hacer el amor, parir ballenas que danzan por el cielo,
apareciendo en corazones solitarios a través de una boquilla de pérdida y anhelo
unos minutos deteniendo el mundo para llorar por la belleza
los atardeceres no son para ser vividos en soledad,
espero que tengas compañía…